Había una vez una niña llamada Hielos que era una princesa. Nació en el Reino de las Nieves y tenía un problema: que todo lo que tocaba se convertía en hielo. ¿Sabéis como pasó? Un día, su mejor amiga, practicando un conjuro para que una persona calurosa ya no tuviera más calor se equivocó de palabras mágicas y le echó una maldición: ¡Qué todo lo que tocara se convirtiera en hielo!
Entonces, al enterarse, sus amigos se alejaron de ella. Los podía convertir en hielo. Al ver que nadie la quería, se fue de su país al Reino de los superhéroes. Allí tampoco querían estar con ella, salvo un superhéroe que se llamaba Listón, que, al enterarse de la noticia fue corriendo a su laboratorio y para que tuviera un amigo, inventó el traje contrahechizos, y se lo puso. Estuvo buscando a Hielos, y al verla se acercó a ella. Hielos, al verle le dijo: - Aléjate de mí, porque te puedo convertir en hielo. Listón le contestó: - No pasa nada, he inventado el traje contrahechizos y me puedes tocar, que no me va a pasar nada.
Al decirle eso, Hielos se puso muy contenta y le preguntó si quería ser su amigo, ya que no le iba a pasar nada. Él contestó que sí. Y los dos fueron grandes amigos para siempre.
Y colorín colorado este friolero cuento se ha acabado.
Laura Fernández de 4º
No hay comentarios:
Publicar un comentario