Nunca tendré motivos de queja,
ni cuando llegue a vieja;
solo puedo ser feliz,
sin parar de reír.
Cuando me levanto cada día
y veo a mi familia tan querida,
solo puedo decir agradecida,
que es una gran alegría.
Mi vida es estudiar, amar, dar;
mi vida es comer, temer, proteger;
mi vida es sentir, vivir, recibir.
Por todo lo anterior,
por poderla disfrutar,
gracias a la vida,
quiero siempre dar.
Laura Fernández Acosta de 5º
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