Escrito en 1.914, Platero y yo, después de tantas singladuras y avatares, tras haberse leído en tantas y tantas escuelas españolas, después de que millones de niñas y niños, sobre sus pupitres de madera pulida y gastada, hayan tenido la oportunidad de compartir la belleza escrita y descrita por Juan Ramón Jiménez, tras el trotecillo de Platero, al aire salobre y encalado de Moguer, ahora nuestras alumnas y alumnos de 4º del CEIP Antonio Checa en Torre del Mar se han embarcado en la aventura de navegar por y entre las líneas de su librito Platero y yo, firme el timón, altiva la proa, por llegar a emocionarse, siquiera un poco, con las andanzas de quien era como todo de algodón, blando por fuera, duro por dentro.
J U A N R A M Ó N Y P L A T E R O
Coloreada la imaginación
de color cal y reflejos de plata,
libre Platero, todo de algodón,
ensortijado el hechizo
por creer que todo
es posible,
tras los niños que corren
bajo el eclipse de luna
y ámbar, por ir a correr
al prado, con Platero y
Juan Ramón guiándoles,
mientras aprenden a soñar,
y no se rinden por ser más
siendo menos, al paso
de Platero creando lunas
y versos, risas y galopes
hacia el infinito y más allá,
ahora que está a su alcance.
Torre del Mar 24 – septiembre – 2.011
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